Revista Izquierda

No. 49, octubre de 2014

Reflexiones a dos años del inicio de los diálogos de paz
Jesús Gualdrón
En un ambiente signado por la controversia y la polarización se cumplen el 19 de noviembre próximo dos años del inicio de los Diálogos de Paz entre el Gobierno y las FARC-EP. En la larga lista de intentos por lograr una solución negociada del conflicto interno en Colombia, es esta la oportunidad en que se ha llegado más lejos al lograrse acuerdos provisionales sobre tres puntos de la Agenda pactada: la cuestión agraria, la participación política y los cultivos ilícitos. Los diálogos avanzan y, como opinan algunos expertos, adquieren ciertos visos de irreversibilidad, al tiempo que contribuyen a disminuir la intensidad del conflicto. Estos resultados deberían generar optimismo y acrecentar el apoyo necesario para que los diálogos no solamente continúen sino que se profundicen.
Sin embargo, no es así. Los opositores del proceso de paz...

No. 48, septiembre de 2014

Acerca de un discurso engañoso
Jesús Gualdrón
El discurso que pronunció el presidente Santos el 24 de septiembre pasado en las Naciones Unidas aparentemente rebosa de optimismo en relación con la concreción de un acuerdo para el cese de la confrontación interna, llegando al punto de expresar su aspiración de que “el fin del conflicto sea la buena noticia que traiga el Presidente de Colombia en un año a esta asamblea” 1 , aunque para no exagerar y liberase de entrada de cualquier responsabilidad, advierte que “la paciencia del pueblo colombiano no es infinita”. Procede, entonces, a desplazar prácticamente toda la responsabilidad de lograr el objetivo de un acuerdo de paz al campo de las FARC-EP, como si estas constituyeran el obstáculo para avanzar en ese proceso: “Las guerrillas tendrán que decidir si optan por una paz honorable y duradera, o si reinciden en la guerra”.
Para dejar más clara la idea, enumera a continuación las medidas que constituyen el marco que el establecimiento colombiano ha creado y que, en su concepto, habría allanado ya el camino para que la guerrilla transite sin obstáculos hacia su desmovilización: en primer lugar, que “Colombia

No. 47, agosto de 2014

Es la hora del cese bilateral de fuegos
Fernando Álvarez
Lograr un cese bilateral de fuegos posee una importancia cardinal, considerando que éste representaría una manifestación expresa de las partes de su compromiso real con la paz no sólo en el sentido de generar un mejor ambiente para las negociaciones, sino sobre todo en términos de darle cierre a los impactos, siempre causantes de dolor y sufrimiento, que tienen las acciones militares y de guerra sobre la población en general y en especial sobre los desposeídos y los humildes. No puede continuar siendo aceptado socialmente que el proceso se vea amenazado en forma recurrente por la continuidad de la confrontación militar, cuando ésta podría cesar o suspenderse mediante acuerdo de las partes.
En aras de la verdad debe decirse que, desde el inicio de las negociaciones y luego en reiteradas declaraciones, la guerrilla ha propuesto que se pacte el cese de fuegos, haciendo eco además de requerimientos en ese sentido de sectores importantes de la sociedad. El argumento gubernamental inicial, probablemente comprensible en su visión de la negociación, consistente en que su negativa a tal propuesta se explicaría para evitar que la guerrilla lo aprovechase para fortalecerse y sacar ventajas militares sin comprometerse a fondo con el proceso, resulta hoy insostenible desde cualquier punto de vista.
Tras la firma de dos acuerdos parciales (con salvedades como es de conocimiento general), ...

No. 46 julio de 2014

¿Guerra o matanza de civiles?
Lilliam Oviedo (Rebelión)
El Consejo de Seguridad expresa su seria preocupación por la crisis de Gaza y la protección y el bienestar de los civiles de ambos bandos”. La declaración que contiene esta frase fue leída el sábado por el embajador ruandés Eugene Richard Gasana. ¡La Organización de las Naciones Unidas habla de guerra y acciones militares a pesar de que en menos de una semana han muerto en Palestina más de 125 civiles, muchos de ellos niños! ¿Olvidaron los redactores el término masacre? ¿Acaso la palabra genocidio fue puesta en desuso mediante el mismo mágico mecanismo que ha tornado invisibles la sangre y la destrucción en Palestina?
Es penoso que estén muriendo niños en Palestina, y es motivo de indignación el hecho de que la ONU no pueda emitir resoluciones vinculantes imponiendo sanciones contra los Estados que auspician el asesinato de civiles.
El ultraderechista primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anuncia que continuarán las acciones militares contra Palestina (con el mismo descaro con que Piotr Poroshenko, presidente de Ucrania, dice que continuarán las “acciones de castigo” en...

No. 45 junio de 2014

FARC: Cincuenta años después
Jesús Gualdrón
Cinco décadas de accionar político-militar han posicionado a las FARC -EP como un actor insoslayable de la vida nacional. Y es innegable que su presencia ha sido determinante en los procesos políticos que han delineado los grandes conflictos de nuestra historia reciente. El grupo inicial de campesinos y colonos que comenzó a confrontar militarmente al establecimiento como consecuencia del ataque oficial a las zonas de autodefensa campesina de Marquetalia, Riochiquito, El Pato y Guayabero devino con el paso de los años en un ejército guerrillero con fuerte influencia entre la población rural especialmente, con un crecimiento sostenido de sus frentes y una impresionante capacidad para adecuarse a las cambiantes circunstancias de la guerra y asimilar, particularmente en el último periodo, fuertes golpes provenientes de las Fuerzas Armadas del Estado.
Pero más allá, el grupo guerrillero ha sabido mantener una consecuente línea política, cuyos ejes centrales giran alrededor de la lucha por profundas reformas políticas y socioeconómicas que, en su perspectiva, deberían conducir a la creación de un nuevo país sobre la base de una gran coalición de fuerzas independientes del establecimiento que recoja el descontento popular y viabilice su activa participación transformadora: una alternativa democrática al modelo excluyente y violento que se nos ha impuesto.
Ese enfoque explica las permanentes propuestas de negociación política de una salida del conflicto social y armado que se reproduce ...

No. 44 mayo de 2014

El Paro Agrario: La insurgencia de los de abajo
Jesús Gualdrón Sandoval
Mientras que la campaña por la reelección de Santos y la del uribismo, cuyo candidato de guiñol, Zuluaga, busca infructuosamente ocultar la mano del titiritero Uribe, compiten por demostrar que la una es más oscura y corrupta que la otra –con evidente desprecio por las verdaderas necesidades y aspiraciones del pueblo colombiano–, el movimiento de los campesinos en paro creció y se fortaleció con la presencia de nuevos contingentes a lo largo y ancho del país. En 120 000 se calcula el número de campesinos, indígenas, afrodescendientes, trabajadores y estudiantes que se movilizaron desde La Guajira hasta Nariño y desde Chocó hasta el Vichada en una demostración impactante de unidad y decisión de lucha, que contrastó con la actitud beligerante y represiva del Gobierno nacional y sus voceros, quienes no pudieron ocultar su arrogancia y su estupefacción ante la fuerza de un movimiento que encarna explícitamente el poder constituyente de los de abajo, tradicionalmente reprimido y acallado por la violencia oficial y la invisibilización mediática.
No tardaron los agentes del Gobierno y de las grupos económicos que sacan provecho del modelo agrario extractivista y de despojo que se ha venido implementando en el país en calificar al Paro y la movilización agraria como una acción política desestabilizadora, teniendo en cuenta el contexto electoral en el que ha tenido lugar. Se ha acusado al movimiento de tener “pretensiones políticas” y de ser instrumento de manipulación de los opositores del actual Gobierno. Con ello no ...

No. 43 abril de 2014

Chigüiros vs. depredación capitalista: Un capítulo más de la destrucción global de la vida
Jesús Gualdrón
Una representativa encuesta realizada en Alemania en agosto de 2010 por el Instituto de Investigación de la Opinión Pública (emnid), en la cual se preguntaba quién deseaba seguir viviendo en el capitalismo, arrojó que el 88% de los ciudadanos alemanes respondió que deseaban un nuevo orden económico. En su opinión, el capitalismo no tendría entre sus preocupaciones asegurar la equidad social, la defensa del ambiente ni un uso adecuado de los recursos. De la misma manera se comporta una investigación de la Universidad de Jena, realizada en el otoño de 2010, según la cual el 45% de todos los entrevistados y el 52 % de los menores de 30 años apoyaban el siguiente enunciado: “El capitalismo conduce al mundo a su destrucción”. La autora se pregunta a renglón seguido si los padres realmente creen que a sus hijos les irá en el futuro mejor de lo que les ha ido a ellos mismos. “¿Quién confía todavía en que el capitalismo les posibilitará a las futuras generaciones una vida mejor?”. Y termina citando nada más ni nada menos que a Klaus Schwab, el cofundador y director del Foro Económico de Davos, el foro de la élite mundial: “Se puede decir de manera absoluta que el sistema capitalista en su forma actual no encaja en el mundo de hoy”. ¡Ni siquiera los capitalistas confían plenamente en su propio orden! ...

No. 42 marzo de 2014

La otra política: Cumbre de las clases subalternas del campo
Fernando Álvarez
Junto con el inicio de los diálogos de La Habana tendientes a solución política del conflicto social y armado y la realización del Paro Nacional Agrario del año pasado, la Cumbre Nacional Agraria Campesina, Étnica y Popular, del 15 al 17 de marzo, representa uno de los hechos políticos más significativos de las clases subalternas en su historia presente.
La Cumbre se ha constituido en lugar de encuentro de múltiples dinámicas constituyentes que, en medio de la movilización y la lucha, han sido gestadas por diversas expresiones organizadas del campo popular. Para el destino de las luchas del pueblo colombiano tiene un profundo significado que campesinos, indígenas, afrodescendientes y otros trabajadores de campo hayan tomado la decisión de avanzar en un proceso de unidad, el cual ha de conducir en primera instancia a la construcción de un pliego único, que unifique en los propósitos de confrontar el modelo económico neoliberal y de condensar las principales aspiraciones de los explotados y dominados del campo para su buen vivir. El pliego único será el instrumento que dotará al movimiento con las herramientas políticas necesarias para llevar a cabo el Paro Nacional, que las organizaciones convocantes de la Cumbre han anunciado para finales del mes de abril.

No. 41 febrero de 2014

Cerrar filas contra el Estado policivo
Fernando Álvarez
Las recientes escuchas de la inteligencia militar a integrantes de las delegación del Gobierno en los diálogos de La Habana han puesto una vez más en evidencia los límites de una política de seguridad que continúa inspirándose en las doctrinas del Pentágono y de las agencias de inteligencia estadounidense, diseñadas en los tiempos de la “guerra fría”. Se trata de las doctrinas de la “seguridad nacional” diseñadas para combatir el llamado enemigo interno, concebido éste a partir de toda expresión que pueda poner en cuestión el orden de dominación establecido. Por ello, tal doctrina se orienta en primera instancia a enfrentar a las fuerzas opositoras, así como a sus liderazgos políticos y sociales, a través de múltiples mecanismos que abarcan el amplio espectro que existe entre la guerra sicológica y las prácticas de guerra sucia; aplicadas todas ellas durante décadas de guerra contrainsurgente y de cierre autoritario del régimen político.
La lógica perversa de la inteligencia del Estado, además de haberse naturalizado y entrar a hacer parte de la cotidianidad del ejercicio abusivo del poder, no sólo se aplica a los agentes de sus propios inspiradores, sino que pretende justificarse como parte de un cuestionable orden de legalidad que hoy extiende sus tentáculos a la vida privada, aún en su cotidianidad. En nombre de la guerra contra el terrorismo asistimos, como quedó consignado en la Ley de inteligencia, a la normalización del Estado policivo en Colombia. ...

No. 40 diciembre de 2013

Mandela
Jesús Gualdrón
Nelson Mandela era ante todo un revolucionario. Un hombre que se guiaba por aquella convicción profundamente ética que resumió en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Paz, el 10 de diciembre de 1993: “Entendemos este llamado, de que dediquemos lo que nos queda de vida al servicio de nuestro país, para demostrar en la práctica que la condición normal de la existencia humana es la democracia, la justicia, la paz, el no racismo, el no sexismo, la prosperidad para todos, un medio ambiente sano y la igualdad y solidaridad entre la gente”.
Al logro de ese propósito había dedicado su vida desde sus días de estudiante, y continuó haciéndolo luego como abogado y como dirigente del Congreso Nacional Africano (CNA). Pero también en la resistencia armada contra el régimen de segregación racial, el apartheid, que condenaba a su pueblo a la miseria y la esclavitud: junto con Oliver Tambo, Mandela perteneció al grupo de luchadores sudafricanos que en 1961 fundó el brazo armado del CNA, La lanza de la nación.
El 12 de junio de 1964, Mandela fue condenado a cadena perpetua. Su crimen: persistir en esa resistencia; en palabras de sus jueces: “El crimen del que los acusados han sido declarados culpables […] el de conspiración, es en esencia un crimen de alta traición”. Esta cita puede leerse en su hermoso y conmovedor libro autobiográfico ...